2.1.09

Capitulo 1.- Acepto ser tu mascota.

Titulo: Pet
Resumen: El amor había cegado a Nao hasta el punto de convertirlo en una simple mascota, ¿Kaoru aprendería a amarlo o él terminaría cansándose de la actitud del mayor?. Kaoru necesitaba aprender a amar de verdad y él esperaba ser la persona que le enseñara a hacerlo.
Pareja: Kaoru x Tetsu / Kaoru x Nao / Toshiya x Saga
Capitulo 1.- Acepto ser tu mascota.

Kaoru’s P.O.V

El mundo, al igual que nosotros como personas, esta lleno de adioses y despedidas; cada una agrupándose junto a las demás, sin dejar de existir, simplemente, volviéndose parte de la cotidianidad que tanto decimos aborrecer. Porque todo, en cierta forma, llega a cansarnos.

Decimos “hola” de la misma forma en la que decimos adiós, con esa incertidumbre apoderándose de nuestros corazones, los cuales palpitan de forma ensordecedora, o a veces, dejan de latir alarmantemente, haciendo que respirar y cualquier otra cosa, se vuelva difícil y poco clara. Los encuentros casuales, así como las despedidas, van de la mano, como una novia agarrada a su padre rumbo al altar, lista para ser dejada ir.

Ahora es nuestro turno de despedirnos, después de todos los “Hola” y “Mucho gusto” que dijimos, todos los “te amo”, han quedado sepultados en un viejo y desaliñado baúl de recuerdos, y con el paso del tiempo el polvo irá cayendo sobre el hasta que olvide que existieron, o simplemente ignore su presencia innecesaria. El momento de la despedida ha llegado más rápido de lo esperado pero es mejor así, de esta manera sanaré de forma más rápida pero no por ello menos dolorosa. La intensidad no la mide el tiempo.

—Supongo que, hasta aquí llegamos, ¿cierto?—

El aire frío parece ideal para esta clase de rupturas, tú con ese porte distante y rígido, totalmente incomodo, tomas tu maleta y te apoyas contra la pared de forma cansada. Todo lo que viene de ti despide esa sensación de nostalgia y dejadez, pero aun así hay familiaridad en todos tus movimientos, ¿cuánto crees que tarde en borrar una persona dos años de su vida?

—Es mejor así.— tu voz cantarina llega a mis oídos, tus palabras vuelan en el aire y son claras como el cristal.

—¿Sólo eso?— ¿indignación?, ¿suplica? Qué más da sinceramente, sólo deseo que te quedes un instante, o al menos poder congelar este momento en un lugar que no sea mi cabeza. —Esperaba algo más...— no evitó mostrar esta desilusión, aún sabiendo que es mejor cortar de forma fría y limpia, deseo mancharme con el cariño que ya no profesas hacía mí.

—Cuídate y come demasiado.— sonríes de forma limpia, sin remordimiento alguno, incluso el tono bromista de tu voz cala de forma profunda dentro de mí, ¿estas fingiendo o sólo es un deseo banal que brota de mi desesperación?

De todas formas, ya no importa nada de eso, tú y yo es algo que ya no existe y no volverá, ambos lo sabemos y lo hemos asimilado. Tú mejor que yo, como es normal en estos casos. Caminas por el umbral de la puerta y desapareces a pasos calmados, tampoco es como si huyeras de mí; yo no te echó y tú no escapas, simplemente te alejas de forma calmada, como si tuvieras todo el tiempo del mundo, como si yo y lo que hay puertas dentro no existiéramos... o ya no tuviéramos importancia simplemente.

Las palabras que nunca dijimos, los secretos escritos en tu piel y en la mía, las miradas chocando con sus contrapartes, todos los sentimientos y las sensaciones carnales se han ido, el aire esta vacío; como un gran castillo que se alza espléndido sobre una nube, demasiado pesado para el liviano soporte... y con cimientos débiles y deficientes para soportar todo el peso, destinado a caer desde su primer día en pie, así nuestra relación. Esta fachada amorosa construida sin bases sólidas y contundentes, sólo sostenida por palabras y sueños a medio iluminar.

—Realmente... se ha ido.— mi propia voz suena extraña a mis oídos. Incluso a mí me cuesta creer lo que mis ojos han visto, me niego a aceptar todo esto. Simplemente no debía suceder, no así y no ahora.


----


—Muy bien, eso ha sido todo pueden irse.— les digo satisfecho.

Hoy, un día después de que te has ido yo sigo con mí vida... con mis actividades cotidianas, no ha cambiado nada salvo el hecho de que no estas, de que te has ido. Pero todo esta bien, ¿cierto?

—¡Yeah!— corean mis amigos, codeándome incluso.

Die se acerca a mí en demasía, quizás curioso, asombrado o simplemente en plan fastidioso. Incluso preocupado, ¿qué puede estar pasando por la extrovertida mente de Die?... Tal vez sólo quiere ir a beber y nada más, después de todo estamos hablando de él.

—Oye Kaoru, ¿es verdad lo que se rumorea?— pregunta bajito, pero de todas formas atrae la atención de todos. Como si no supiera lo chismosos que son, todo esto les atrae a estos chicos.

—Eso depende, ¿qué dicen?— contesto ligero y sin darle importancia; Kyo comienza a recoger sus cosas tratando de parecer indiferente; Shinya hace lo mismo, con la excepción de que a él realmente poco le ha de interesar todo esto y Toshiya se acomoda en el sofá de Kyo clavando sus ojos en mí.

—Ah bueno... pues...—

—Que Tetsu-san va a casarse.— explota Kyo, sin poder evitarlo. De forma nerviosa se voltea a verme, como si el tiempo se congelara la cara de todos, incluyendo Shinya, parece rígida.

—Sí.—

—¿Es normal que estés tranquilo?— Toshiya, el medio antisocial Toshiya... siempre preocupándose de algo, sus ojos oscuros siguen sobre mí, la sensación de sentirse observado late en cada poro de mi piel.

—No lo sé.— me encojo de hombros. —Me da igual.—

—¿No será como el ojo del huracán?— Kyo se acerca a mí, y pone una de sus manos sobre mi pecho. —Pues... parece que sigue latiendo “esa” cosa.—

—Kao-Kao, no sé tú pero... cuando tu novio de dos años rompe contigo para casarse con una mujer, la reacción más normal es entrar en depresión y tirarse sobre un sillón a comer litros de helado viendo dramas y llorando sin consuelo.—

—Tendré en cuenta el consejo Die, gracias.—

—Tal vez estas en la etapa de la negación, creyendo que no se ha ido y volverá por ti... porque te ama y esas cosas cursis.—

—Tal vez otro, no yo Totchi.— sonrió ligero. —Yo sé perfectamente que no va a pasar eso.—

—Kaoru indiferente... ¿tú cortaste con él y se casa por despecho?— Shinya, distante y alejado, golpea de forma certera.

—El cortó conmigo, pero que se case por despecho... bueno, es una gran opción.—

—Haber... me he perdido, ¿te explicas Kao?— a lo dicho por Kyo todos se sientan ya sea en el sofá o en el piso frente a mí, quedando yo como la mejor atracción de feria para el entretenimiento desmedido de mis compañeros, amigos y verdugos.

—No hay nada que explicar, Tetsu cortó conmigo y Tetsu se casa, ¿bien?— trato de quitarle importancia a un asunto que, realmente es más simple de lo que aparenta.

Las apalabras dichas con demasiada ligereza quizás han sido malinterpretadas, todas las miradas clavándose en mí de forma acusadora e insinuante, demandante e incluso con una chispa de curiosidad avivada, como la de un niño que busca ansioso algún presente. Demasiada atención para mi gusto, la sensación de incomodidad cayendo sobre mis hombros, justo como una cruz.

—Pero parece que no te duele.—

—Kyo tiene razón, explícanos eso Kaoru.—

—No necesitan saberlo Die, no es...— pienso mejor mis palabras, esas que hieren demasiado de ser usadas mal, esas que pueden ser un reto para ellos. —... importante, sólo olvídenlo.—

—Por hoy lo haremos, mañana seguiremos con esto.— si es o no una amenaza de Toshiya, no me interesa, sólo camino junto a ellos a la puerta de salida. Los retorcijones que hay en mi estomago a medida que me acercó hasta mi hogar se hacen más intensos, ¿extraño o no a Tetsu?... me gustaría poder responder de forma menos sincera.


----


Cierro la puerta de mi casa, esta demasiado fría por el desagradable clima invernal. No odio el invierno... odio el frío, mi cuerpo tiemblan debajo de mi suéter, que a pesar de ser increíblemente suave y caliente al tacto, tiene colores demasiado tristes y deslavados, una extraña combinación de confort y dejadez propia de mí.

“¡No uses eso Kao!”

Es algo que él hubiera gritado de estar aquí, o de estarme viéndome simplemente. Esas son cosas que extrañaré, pero no por el motivo correcto. Siempre perfeccionista en el trabajo, pero con tantos defectos en mi vida privada.

El teléfono suena con una melodía familiar pero al mismo tiempo extraña, la conozco, la entiendo... pero simplemente no debería tenerla, no debería ser usada por mí y menos para el que la marca. Esa persona es alguien a quien yo no debería conocer...

—¡Kao-chan!— tú siempre me sorprendes, nunca dices “hola”.

—Hola, Nao-san.—

—Ejem...— siempre me reclamas decirte Nao-san.

—Nao-chan, ¿qué quieres de mí?—

—¡Todo!— eso es algo que suele asustarme de ti.

—¿Disculpa?—

—Cierto, perdón.— suspiras. —Me acabo de enterar de lo de Tetsu-san... ¿es mi culpa?— nuevamente y, como siempre, logras confundirme y extrañarme. Más que nada, sorprenderme.

—No creo que hayas hecho algo para detonar esto...—

—¡Claro que sí!— insistes, aferrándote a ello. —¡Te cautive!—

—Nao-chan... no te creas tan importante, sólo fue una palabra que dije.—

—Pero... piensas en mi todas las noches, Tetsu-san me lo ha dicho.—

Miedo. Total y absoluto miedo. Esa sensación que retuerce tu estomago y te limita el aire que entra a tus pulmones; cuando sientes esa extraña sensación que te esta sofocando a cada momento... sólo eso pude sentir ante las palabras dichas por Nao-san... Corrección, por Nao-chan... ¿Realmente podían ser ciertas o sólo se dejó llevar por el momento?

—¿Exactamente qué te dijo?—

—Eso... “Kaoru piensa demasiado en ti, Nao-san... Eres una persona muy desagradable por ello”—

—...— tras un momento en el que analice, o intente hacerlo, esas palabras no puedo evitar un jadeo sorprendido. ¿Qué tan cierto puede ser eso? —Me cuesta creerlo, discúlpame Nao-chan... ¿si?—

—Deberías hacerlo, por eso Tetsu se esta casando.—

—Sí estuvieras aquí, ten por seguro que te habría cacheteado...—

—¡No te hubieras atrevido!— reclama, pero estoy seguro de que lo habría hecho... aunque después hubiese tenido remordimientos. —Él me lo dijo... “Kaoru se ha encerrado en su mundo, ese donde sólo estas tú con esa sonrisa diferente a la mía. Es frío y distante conmigo, simplemente me ha cambiado sin darse cuenta y sin importarle, disfrútalo mientras te duré el gustó Nao-san.”—

Ahora todo tiene sentido, uno claro y brillante... No que antes no lo tuviera o no lo aceptara, sólo que el abandono de Tetsu por fin tiene un motivo, el cual era como la pieza faltante de mi rompecabezas. Incluso sus palabras llenas del reproche que no podía afectarme resuenan en mi cabeza de forma interminable:

“Yo no puedo quererte sin recibir nada a cambio. No puedo amarte sabiendo que no recibiré ni la mitad de lo que te doy, no, ni un cuarto de ello. No puedo y no quiero hacerlo; si tú deseas amar sin dar todo consíguete una mascota no una pareja.”

—¿Qué quiso decirme con eso Kao?—

—No lo sé—

—Kaoru... ¿a ti te duele el abandono de Tetsu?—

—No.—

—¿Sentirías culpa de estar conmigo ahora?—

—Ni ahora ni antes...—

—Entonces...— tu voz, anhelante, es sinónimo de catástrofe. —¿Podríamos intentarlo?—

—Lo dudo...—

—Pero...¡tú dijiste que...!—

—Yo no te vi como mi amante, pero si como una mascota... eres igual de alegre que una.— es mejor advertirte ahora, antes de que suceda lo mismo que con Tetsu... no deseo repetir lo mismo dos veces, no porque sea doloroso, pero es demasiado incomoda la situación.

La comunicación se corta inmediatamente, ¿esa es una buena o una mala señal?, probablemente sea un poco de las dos. Es mejor así, de esta forma no creo falsas ilusiones... tampoco me cargo un trabajo innecesario. No necesito de un amante, porque no puedo entregar absolutamente nada.


----


Nuevo día, el sol vuelve a nacer pero yo sigo igual que antes, igual que siempre y por desgracia eso es cómodo. Me paro, me aseo y cambio. Estoy apunto de salir de casa cuando el timbre de mi celular suena, no esperaba volver a escuchar esta melodía, creí que lo había ofendido lo suficiente.

—¿Qué quieres?—

—Yo... Yo.— él titubea, pero aún así parece firme. —Ka-Kaoru... yo acepto ser tu mascota.—

No hay comentarios: